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Un pequeño municipio le ha enseñado a toda una nación que con actitud se puede hacer historia. En San Pedro Laguna, Guatemala, la comunidad ha dejado de utilizar productos como popotes, unicel y bolsas de plástico, sustituyéndolas por hojas de plátano, servilletas de tela y canastas de paja.
Las autoridades ya prohibieron el plástico y los pescadores se unieron para limpiar, conservar y proteger uno de los tesoros naturales del país, el lago Atitlán, que se había convertido en vertedero.
Un ejemplo de que se puede vivir sin plástico.
¿Qué cambios harías en tu comunidad para empezar una vida sin plástico?
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