Рет қаралды 625
Hay ciertas puertas que nunca deberían abrirse, puertas que conducen a lugares que uno desearía nunca haber visitado, puertas que una vez abiertas no se pueden cerrar. Abrí una de esas puertas y, desde entonces, me arrepiento cada minuto. No sé qué me impulsó a hacerlo; no fue juventud, desesperación ni otra cosa específica. Quizás fue simplemente el impulso de preguntar "¿y si?" o quizás no pude evitarlo desde el principio. Elena, mi esposa, debía llegar tarde y yo fui a una librería solitaria mientras esperaba. Allí, encontré un libro extraño con la imagen de un ojo en la portada. Aunque me atrajo, no entendía el idioma en que estaba escrito, pero no pude resistir la curiosidad y lo compré.
Esa noche, mientras Elena estaba enferma y dormía, me acomodé con el libro. A medida que lo leía, empecé a sentir una presencia inquietante y a experimentar fenómenos extraños. Las sombras danzaban, el vino parecía sangre, y el viento sonaba como gritos desesperados. Al día siguiente, el libro y yo estábamos cubiertos de sangre, y la tormenta había cesado. Poco después, Elena murió y nuestro hijo nació, pero no era un niño normal. Era una criatura monstruosa que devoró el cordón umbilical.
Elena no pudo soportarlo y murió, y yo he llevado el libro durante cinco años, resistiendo sus horrores y susurros, decidido a no pasárselo a nadie más. Sin embargo, mi resolución está comenzando a flaquear.
@Aura.Tenebrosa12