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En esta prédica, fuimos exhortados al urgente llamado de predicar el evangelio, reconociendo que es una tarea que requiere fe y valentía. Reflexionamos sobre los retos que enfrentamos al compartir el mensaje de Cristo, desde la oposición del mundo hasta nuestras propias limitaciones, pero también sobre la gloriosa recompensa que Dios ha prometido a quienes le son fieles.
Basándonos en 2 Timoteo 4:1-8, el Pastor Moisés Guerra nos recordó que predicar el evangelio no solo es una responsabilidad, sino un privilegio que transforma vidas y glorifica a Dios.