Esta semana os proponemos «Rapsodia tinerfeña» de Miguel Castillo Alfonso. Damos el salto al archipiélago canario, lugar al que siempre añoramos volver, con una de sus obras tradicionales del repertorio bandístico. Fue compuesta en 1920 por Miguel Castillo, músico oriundo de Zaragoza quien llegó como clarinetista de la música del batallón de cazadores de Canarias en Santa Cruz de la Palma, pasando, posteriormente, a ocupar plaza en la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife. «Rapsodia tinerfeña» consiste en una pieza compuesta sobre motivos folclóricos de las islas. Ahora bien, como apunta la doctora Nidia Maria González, esta rapsodia mantiene una estructura formal similar a «Cantos canarios» de Teobaldo Power. Consta de ocho movimientos procedentes del folclore más uno central de su propia invención sin referencia canaria, enlazados entre sí del mismo modo y en el mismo orden que planteó Power en su momento. Incluso la de Castillo sigue la estructura tonal planteada por Power, diferenciándose ambas en algunos giros melódicos y en el motivo central mencionado.