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La agrupación puertorriqueña, ASÍ SOMOS, interpreta ENSILLANDO MI CABALLO, letra y música del puertorriqueño SILVERIO PÉREZ.
El video es parte de un concierto virtual presentado por la Universidad Interamericana, Recinto de Barranquitas, Puerto Rico, el 18 de noviembre de 2020.
MÚSICOS:
Violín: DUAMED COLÓN CARRIÓN
Voz, Guitarra, Bajo, Clave: ISMAR COLÓN CARRIÓN
Flauta: SAVIEL ONEL CARTAGENA ACEVEDO
Güiro, Sacudidor: PAUL EDRIS DE GRACIA NAZARIO
Percusión: SAVIER ANEL DÍAZ MARTÍNEZ
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ASÍ SOMOS Web: www.grupoasisomos.com/
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Génesis de una canción
En Puerto Rico, una canción que por décadas ha desatado la confusión sobre la autoría de sus versos es ENSILLANDO MI CABALLO, grabada en la década de 1970 por el grupo Haciendo Punto en Otro Son. Tanto la letra como la música de dicha canción fueron escritas por Silverio Pérez; sin embargo, los versos han sido adjudicados continuamente como de la autoría del poeta nacional puertorriqueño Juan Antonio Corretjer.
En 1977, el propio Juan Antonio Corretjer narró detalles en torno a su participación en el disco y negó rotundamente haber escrito los versos de dicha canción.
Corretjer narra que Silverio Pérez visitaba regularmente su residencia en el pueblo de Guaynabo. En una de esas visitas, nuestro poeta nacional compartió con el joven músico varias anécdotas de un viaje a Venezuela. Asimismo, le recitó a Silverio algunas coplas que había recogido de la tradición oral de la llanura venezolana. Corretjer aseguraba desconocer la identidad del “anónimo poeta llanero”. Entre las coplas venezolanas que Corretjer compartió estaba la siguiente:
Ensillando mi caballo,
mi negra se echó a llorar
y yo, llorando con ella,
lo volví a desensillar.
Continúa Corretjer explicando que también recitó a Silverio “una glosa” que había escrito basándose en dicha copla venezolana. Silverio quedó encantado con el ingenio de Corretjer y le pidió permiso para musicalizar sus versos. Sin embargo, Corretjer le hizo al joven músico una propuesta diferente: utilizar la copla venezolana y escribir su propia “glosa de ambiente puertorriqueño”. Cuenta Corretjer que su instinto le decía que Silverio podía hacer una buena creación. Por eso, le insistió al joven músico cumplir con la tarea que le había encomendado.
Tiempo después, Silverio Pérez regresó al hogar del poeta con la asignatura completada. Corretjer manifiesta que le encantó la canción de Silverio. Asimismo, revela que tuvo que convencer al joven a usar su propia creación, pues Silverio insistía en musicalizar y grabar la obra del poeta nacional. Al completar la grabación, Silverio le regaló a Corretjer un disco de Haciendo Punto en Otro Son en cuyos créditos aparecía escrito: “ENSILLANDO MI CABALLO - Juan Antonio Corretjer y Silverio Pérez”.
Asegura Corretjer que le indicó a Silverio que eso podría generar confusión, pero que el joven músico insistió en que “el asunto quedara en suspenso”. En fin, parece que el joven músico, más que adjudicar la coautoría a Corretjer, lo que quiso fue reconocer al poeta nacional su amistad y apoyo incondicional.
Corretjer declara jocosamente en su libro que: “He recibido más aplausos por un poema que no escribí que por todos los escritos en medio siglo de práctica poética.” Añade: “Quede aclarado este curioso y feliz episodio de nuestra poesía popular. Pero llegó la hora de que Silverio Pérez reciba, públicamente, el reconocimiento que merece, como poeta, y como ser humano libre de la tentación vanidosa del triunfo…”.
En el libro Paso a Venezuela aparecen ambas versiones. Cada poema refleja claramente el estilo de su autor. Al compararlos, son tan diferentes que es obvio que no son trabajos derivados uno del otro. Definitivamente, la aclaración de Corretjer sobre el verdadero autor de la canción, además de ayudarnos a evitar confusiones, demuestra la humildad y la grandeza del nuestro poeta nacional.
Ambos poemas están basados en la copla recogida por Corretjer de la tradición oral de la llanura venezolana. Corretjer la identifica en su libro como una “copla del llano del Guárico” y la coloca como una cita antes de su poema. En el caso de la versión de Silverio, la copla se convirtió en el coro de la canción.