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#PastorFrankelyVásquez
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Sin embargo, cuando alguien se resiste o desobedece la dirección del Espíritu Santo, puede experimentar confusión, conflicto interno o alejamiento de la voluntad de Dios. El Espíritu Santo no fuerza ni obliga a nadie a seguir su guía, sino que invita y anima a las personas a vivir en obediencia y comunión con Dios.
Es importante buscar la dirección del Espíritu Santo a través de la oración, la lectura de la Biblia y la comunión con otros creyentes. Al estar abiertos y receptivos a la guía del Espíritu Santo, podemos experimentar su paz, sabiduría y discernimiento en nuestras vidas.
1. Humildad
2. Obediencia
3. Amor
4. Santidad
5. Generosidad
6. Perseverancia
7. Testimonio
1. Convicción del pecado: El Espíritu Santo trabaja en nuestro corazón para convencernos de nuestro pecado y de la necesidad de arrepentirnos. Él nos muestra nuestra condición espiritual y nos guía hacia la reconciliación con Dios.
2. Regeneración: El Espíritu Santo nos da nueva vida espiritual cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador. Él nos transforma interiormente y nos capacita para vivir una vida conforme a la voluntad de Dios.
3. Guía y dirección: El Espíritu Santo nos guía en nuestras decisiones y nos enseña la verdad. Él nos revela la voluntad de Dios a través de Su Palabra y nos ayuda a discernir entre lo que es correcto e incorrecto.
4. Capacitación y fortaleza: El Espíritu Santo nos capacita con dones espirituales y nos fortalece para cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas. Él nos equipa con habilidades y talentos para servir a Dios y a los demás.
5. Consolador y Ayudador: El Espíritu Santo nos consuela en momentos de dolor y dificultad. Él nos brinda consuelo, paz y esperanza en medio de las pruebas, y nos ayuda a superar los desafíos de la vida.
6. Santificación: El Espíritu Santo trabaja en nosotros para purificar nuestras vidas y transformarnos a la imagen de Jesús. Él nos ayuda a crecer en santidad y a abandonar el pecado, capacitándonos para vivir una vida que agrada a Dios.
7. Testimonio y poder: El Espíritu Santo nos capacita para dar testimonio de Jesús y compartir el evangelio con otros. Él nos llena de poder para ser testigos efectivos y nos guía en el cumplimiento de la Gran Comisión de hacer discípulos.
1. Hechos 1:8 - "Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra."
2. Juan 14:26 - "Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho."
3. Gálatas 5:22-23 - "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."
4. Romanos 8:26 - "De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles."
5. Efesios 5:18 - "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu."
6. Hechos 4:31 - "Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios."
7. 1 Corintios 12:7 - "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho."