Mi abuela vivía en una vereda de tierra de nadie, y la casa quedaba al lado de un río. A ella le gustaba pescar de noche porque (según ella) sacaba pescados más grandes. Un día como a las 2 de la mañana sintió que se acercaban dos personas hablando y ella pensó que era la guerrilla porque dicha guerrilla frecuentaba por ahí. Sin embargo, ella vio a dos personas que se venían acercando a ella vestidas de camuflado y con fusil. Ella me cuenta que no lo logró entender que hablaban, escuchaba como murmuraban y se reían hasta que pasaron por el lado de ella y se empezaron a meter al río como si nada hasta que el río los tapó.