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Los días pasan lentos, el reloj se burla de mí,
en cada rincón del tiempo, tú sigues siendo el fin.
Tu risa es el eco que llena mi soledad,
y aunque estés lejos, aquí siempre vas a estar.
La neblina no me asusta, si es contigo al final,
cada camino gris lo haces celestial.
Te extraño, flaquita, en cada respiro,
los fines de semana son eternos sin tu abrigo.
Pienso en tu sonrisa, en tu cabello al volar,
tú eres mi fuerza, mi razón para soñar.
Cada estrella en el cielo lleva escrito tu nombre,
en mis noches silenciosas eres el sol que se esconde.
Te imagino nerviosa, como aquella vez,
cuando la vida nos unió y se detuvo el estrés.
No hay distancia que me apague, ni tiempo que me venza,
esperarte es mi bandera, mi promesa inmensa.
Te extraño, flaquita, en cada respiro,
los fines de semana son eternos sin tu abrigo.
Pienso en tus ojos, que me llenan de paz,
contigo, mi mundo vuelve a girar.
Si pudiera, cruzaría cada noche el mar,
sólo para abrazarte y contigo descansar.
No hay un solo día que no piense en volver,
porque tú eres mi hogar, mi razón de creer.
Te extraño, flaquita, mi cielo, mi abrigo,
los fines de semana se alargan sin tu latido.
Pero aquí te espero, una vida y una más,
porque tú, mi amor, siempre serás mi paz.
Los días son lentos, pero mi amor es veloz,
flaquita, tú siempre serás mi única voz.