¡Felicidades! Lo que usted está llevando a cabo es una ardua labor digna del gran amor que siente por sus semejantes y evidentemente por la música. Que jamás le falten fuerzas y que sus ansias de generosidad se extiendan por su comunidad, por Otavalo, por Imbabura, por todos los rincones del Ecuador y por el mundo. Siga adelante y espero en un futuro no muy lejano poder estrechar su mano y felicitarlo en persona.