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El sábado 30 de junio de 1934, hace exactamente 80 años, el dirigible alemán Graf Zeppelin 127, portento aeronáutico de principios del siglo XX, sobrevoló la ciudad de Buenos Aires, provocando el asombro de los porteños.
La llegada del dirigible fue acompañada por varios aviones militares y civiles, que escoltaron a la gigantesca nave sobrevoló la ciudad, incluido el Congreso de la Nación, para finalmente descender en Campo de Mayo donde el capitán del Graf Zeppelin saludó a las autoridades argentinas, se reaprovisionó y siguió viaje con rumbo a la ciudad de Montevideo.
El fin del uso comercial de los zeppelin llegó cuatro años después de la visita de uno de estos vehículos a Buenos aires, cuando el LZ 129 Hindenburg se incendió en Nueva Jersey el 6 de mayo de 1937, causando la muerte de 36 personas.