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Bienvenidos a este nuevo viaje donde hice ladrillo y aprendí el proceso que compartiré con ustedes. El destino es San Ignacio Cerro Gordo, en la región de Los Altos de Jalisco. En este lugar lleno de historia visitaremos la parroquia de San Ignacio de Loyola, Iremos al santuario del señor de los imposibles y seremos testigo de la fe de millones de personas, conocerán a la viejita más feliz, además tendremos vistas espectaculares desde el cerro y por supuesto, aprenderé a hacer ladrillo.
Bienvenidos a San Ignacio Cerro Gordo, en Los Altos de Jalisco.
Y del otro lado de la carretera, se vislumbran las palmeras y las torres de la parroquia dedicada al santo patrono, San Ignacio de Loyola.
Y ahora un poco de historia
Esta exquisita parroquia de estilo colonial se construyó en la segunda mitad del siglo 18. Inició como una modesta capilla, pero en 1765 se le otorgó el permiso para celebrar la santa eucaristía, o sea, la misa.
Y vaya que la modestia quedó atrás, pues la parroquia, que está en remodelación, ostenta en su interior, hojas de oro que recubren molduras y otros espacios. En la parte exterior tiene mosaicos pintados a mano dedicados a santos, vírgenes y al santo patrono San Ignacio.
San Ignacio inició como una hacienda, y fue parte de los municipios de Tepatitlán y Arandas, para finalmente, el 30 de diciembre del 2003, ser nombrado municipio.
Y a tan solo una cuadra de la plaza principal, encontré esta construcción, una tienda típica de la región que ha sobrevivido el paso del tiempo, pero lo más encantador sin duda, es su propietaria, la señora María Carmen, la viejita más feliz. Cuando anden por acá pasen a comprarle.
La mezcla se hace con agua, arena, tierra roja, abono y marrana.
Aquí es donde me puse a hacer ladrillo con José. Quién muy generosamente me enseñó todo el proceso. Platicamos sobre su vida, conocí a sus hijos y conviví con ellos. Fue una gran experiencia y a mi me hace muy feliz compartir estas tradiciones de mi región Alteña, en Los Altos de Jalisco
Muchas gracias a José y toda su familia por compartir esta tradición. Y llegó el momento de manejar a uno de los lugares más queridos y visitados de san Ignacio. Me refiero al Santuario del Señor de los imposibles.
Entrar a la capilla es impresionante. Cada fotografía, cada nota, son una muestra de gratitud hacia el señor de los imposibles y es también una muestra del porqué atrae visitantes nacionales y extranjeros, en busca de un milagro.
No sé, cuántos milagros hay en estos muros, pero es impresionante estar frente a tantas muestras de gratitud, amor y fe. Sobre todo, la fe.
Del otro lado, se encuentra la iglesia donde se celebra la misa y está El Señor de los imposibles.
El camino de ascenso al cerro tiene una vista campirana que llena las pupilas de alegría y los pulmones de felicidad. El empedrado lo hace accesible para subir en auto o a pie.
Desde este punto podemos ver todo San Ignacio, y además, tenemos otras vistas espectaculares alrededor.
Lo prometido es deuda… disfruten de los paisajes
Hemos llegado al final, gracias por acompañarme en este destino, donde la calidez y generosidad de sus habitantes es lo más bonito.
Nos vemos en el siguiente video.