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20 DE TEVET
HILULÁ DE RAB YAACOB ABUJATSIRA (EL ABIR YAACOB)
La santidad de los Tefilin.
En cierta ocasión, cuando Rab Yaacob Abujatsira se encontraba en la ciudad de Marrakech, decidió que quería que le escribieran un par de Tefilin [filacterias).
Estuvo indagando en la ciudad acerca de un buen sofer [escriba], hasta que le recomendaron a alguien, que no solamente era conocido por ser un experto sofer, sino que además era un gran erudito de la Torá y una persona temerosa de Dios.
El sofer fue llevado ante Rab Yaacob, quien le dijo que quería un hermoso par de Tefilin. El sofer aceptó el encargo y aseguró al Jajam que él podría satisfacer su pedido.
- Pero - agregó Rab Yaacob, hay una condición.
Cada vez que vayas a escribir el Nombre de Dios, deberás ir antes a la mikve" y concentrarte en su significado
cabalístico conforme al Ari, Z"L".
Seguidamente Rab Yaacob le entregó una bolsa llena de dinero y le dijo que tomara la suma que deseara como pago por el trabajo.
El sofer aceptó el encargo con todas las condiciones y comenzó a escribir. Cuando prácticamente había finalizado, se percató de que en uno de los Nombres de Dios había olvidado concentrarse en su significado cabalístico de acuerdo con el Ari, Z"L.
Puesto que le resultaba demasiado dificultoso empezar de nuevo, el sofer no dijo nada a Rab Yaacob; pensó que seguramente esa única omisión no haría ninguna diferencia.
Al recibir los Tefilin, Rab Yaacob empezó a examinarlos para asegurarse de que eran aptos.
Cuando llego al Nombre de Dios donde el sofer había olvidado poner la concentración requerida, se detuvo y empezó de
nuevo desde el principio.
Después se dirigió al sofer y le preguntó si tal vez había olvidado concentrarse en su significado cabalístico cuando escribió este Nombre de Dios.
El sofer suplicó que lo perdonara y le escribió un nuevo par de Tefilin.