Impecable, que sigan estos programas fundamentales. Para quienes escribimos comedia (Y otras cosas) es material útil.
@INFITA2 жыл бұрын
Enfoque totalmente distinto, muy espectacular👏🏻👏🏻
@juanilarreguy48363 жыл бұрын
Que rápido que pasó! Gracias adri
@matiasbenitez20193 жыл бұрын
Esto es buenisimo
@diegoarmando69093 жыл бұрын
No lo escuche todavia pero espero que dario al menos una vez diga "garche" o palabra similar
@Dauyita3 жыл бұрын
Te amo, Lakerman!
@cucsifaehours3 жыл бұрын
Posta hagan un espectáculo de stand up
@martinneiff68633 жыл бұрын
XD?
@osquiensutinta2 жыл бұрын
Reírse "de" la dictadura, Darío? Entiendo el punto. Me sirvió un autor cuyo nombre no recuerdo ahora mismo, que habla de tres posibilidades de lo reidero. El bufón es quien se ríe del otro. Sería por ejemplo, imitar a Videla y reírse de él. Esta operación es la que lleva adelante, sin embargo, toda la derecha cuando plantea las imitaciones de Cristina. El payaso es quien se ridiculiza a sí mismo sin saber que está siendo ridículo. Los tres chiflados, por ejemplo. Y el humor es como una capacidad de reírse de uno mismo con el otro, convocando en el otro un aspecto ridículo que lo identifica con el personaje del humorista. Ahora... ¿Cómo reírse del secuestro? ¿Cómo hacemos?
@gastonlacroze9060 Жыл бұрын
Tu planteo peca de moralista y conservador; no es una crítica negativa, todos tenemos zonas donde desplegamos esas características. Se hacen chistes sobre el Holocausto, sobre guerras y ultrajes y vejaciones: ¿por qué la Dictadura argentina sería el único caso del universo sobre el que no debería hacerse chistes? La mirada es conservadora, y plantea una jactancia, un regodeo del dolor; pareciera que no hay drama superior a la Dictadura. Y claro que no es así. Había humor en los campos de concentraciones; el humor es un dispositivo que sirve para lidiar con la angustia. Una sociedad que no puede hacer humor de sus tragedias es una sociedad enferma. Hay pereza intelectual en el planteo: lo fácil esdecir que "con eso no se jode", como una manera talismánica de no comprometerse. El que no se mete no se compromete (es curioso, la Dictadura implantó el "no te metás"). No te estás metiendo, Oscar, no estás pensando, sólo te estás indignando. Un día habría que agarrar el fierro caliente, y como intelectuales que incomodan y se incomodan, preguntarse "¿y si probamos reírnos, aunque sea de a poquito?". Un saludo cordial. Espero que no te lo tomes a mal.