Muy buena prédica, totalmente céntrica y dentro del contexto de Mateo. Dios siga usando a este pastor
@IglesiaCristianadelaGracia5 жыл бұрын
Gracias Keren, ese es nuestro fín, no agregar ni quitar nada, sino predicar todo el consejo de Dios. Un saludo hermana, te animamos a que sigas firme en la fe en Cristo.
@ivegomez2gomez5024 жыл бұрын
Tremendo mensaje, muy edificante para mi vida y a buena hora, que en este momento que me estaba afanando por hacer tesoro aqui en la tierra. Grasias Señor por esta palabra y este ciervo que ha predicado la palabra bajo la luz del Espíritu Santo.
@justinmccarty75422 жыл бұрын
El ojo lámpara del cuerpo (Mateo 6:22-23) “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? ”. Mateo 6:22-23 Pareciera que Jesús introduce un tema diferente del cual viene hablando y continuara a lo largo del capítulo seis, sin embargo no es así. El gran Maestro comenzó hablando de la importancia de preocuparnos más por hacer tesoros en el cielo, que dedicar nuestra vida entera a la acumulación de riquezas terrenales las cuales son perecederas, y termina advirtiendo que es importante que vigilemos nuestro intereses, ya que donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Enseñamos que para esto es importante valorar las cosas espirituales las cuales son invaluables y por lo que Pablo exhortaba a “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”, (Colosenses 3:2). Por tal motivo ahora viene Jesús y advierte a sus discípulos la importancia de tener nuestra mirada en las cosas verdaderamente valiosas y eternas, porque de lo contrario nuestros intereses serán contrarios al del reino de Dios. Muchas veces se ha dicho que los ojos son la ventana del alma. Todos sabemos que si una ventana se encuentra sucia, la luz del día no penetra bien a la casa y no alumbra bien a los que la habitan. También dificulta la visualización de los que viven en ella. Así también lo es en el caso del hombre y la mujer que han permitido que su visión espiritual sea manchada y miope por el diablo el cual los ha enceguecido por la maldad de este mundo. San Jerónimo dijo en cierta ocasión: “El hombre que tiene los ojos sucios ve multiplicadas las luces, mientras que el ojo simple y puro ve las cosas simples y puras”. Podemos entender el uso de esta metáfora para hacer la comparación de que así como el ojo es la lámpara del cuerpo, así lo es el corazón para el alma. Es del corazón de donde manan todas las intenciones y sentimientos, por lo que si el corazón es malo, las intenciones serán malas y por ende las acciones. Como creyentes debemos cuidar nuestro corazón, para que todas nuestras intenciones y sentimientos sean buenos y se transformen en acciones que glorifiquen a Dios. La Biblia nos enseña que debemos ser cuidadosos al momento de poner nuestra atención en cualquier cosa. Rick Warren dice: “cualquier cosa que atrape tu atención te atrapara a ti”. Nuestros ojos juegan un papel muy importante ya que generalmente todo lo que nos cautiva entra por ellos. Jesús advirtió que el codiciar a una mujer es considerado adulterio (Mateo 5:28). Job dijo que cuido sus ojos para no codiciar a las jóvenes doncellas (Job 31:1). El pecado de adulterio de David inicio con solo ver a una mujer hermosa desnuda que se bañaba (2 Samuel 11:2). El pecado de Acán consistió en codiciar un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, que Dios había maldecido (Josué 7:21). Todos estos pecados entraron por la vista a través del órgano del ojo, y por ello debemos cuidarnos de poner nuestra atención de aquellas cosas que nos puedan arrastrar al pecado. “Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos”. Proverbios 4:25-26 Por lo tanto, nuestra atención principal debe estar en lo espiritual ya que ellas son las que producen las verdaderas riquezas espirituales y definen nuestra fidelidad hacia aquello que nosotros consideramos más importante: Dios o lo que el mundo ofrece. Así cuando algo captura nuestra atención se apodera de nuestro corazón, y generalmente define nuestra fidelidad a aquello que tanto apreciamos. Si nuestra mirada está dirigida a las cosas eternas, nuestro corazón le pertenecerá a Dios y por ende nuestra fidelidad; pero, si nuestro interés está en hacer riquezas en esta tierra, nuestro corazón le pertenecerá a las cosas terrenales y sus prioridades giraran alrededor de ellas y por tanto Dios no será su Señor, y por ello ahora Jesús nos hablara que nadie puede servir a dos señores. DIOS YHWH los bendiga grandemente en Cristo Jesús Amén
@elenfermerodelmalsolares69607 жыл бұрын
muy equivocado esta... acertada es descripción, pero su enseñanza es nula