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Igualada, ciudad ubicada en el corazón de Cataluña, con una ubicación privilegiada, cerca de todo y muy bien comunicada, con el Mediterráneo al sur y los Pirineos al norte.
Con sus fiestas y festivales, como el European Balloon Festival (uno de los eventos de globos aerostáticos más importantes de Europa), Igualada es una ciudad dinámica que nunca se detiene. También sus queridas tradiciones y costumbres, como los Tres Tombs o la Fiesta de los Reyes Magos de Oriente, con la emoción y la felicidad de los niños al saber que cada año, si se han portado bien, les traerán regalos fantásticos.
La cultura es uno de los pilares de la ciudad. Son muchos los eventos culturales que tienen lugar a lo largo del año, lo que hace que sea una ciudad emocionante de visitar en cualquier época. Su arquitectura, con edificios como el Asilo del Sant Crist o el Cementerio Enric Miralles, son espacios emblemáticos de la ciudad que hoy en día son conocidos por sus características únicas. Y también sus personajes, como por ejemplo el violagambista y director de orquesta Jordi Savall, que logra emocionar al público dondequiera que vaya.
Ciudad universitaria y profesional, donde los sectores de la piel y textil se remontan en su pasado, donde el cruce de caminos hacía de esta villa, una villa comercial ya hace muchos años. La oferta gastronómica y de ocio destaca. Restaurantes como Somiatruites o la pastelería Targarona (ambos premiados varias veces) son ejemplos de esfuerzo, calidad y buen servicio, pero en la ciudad aún hay muchos más.
Igualada es también donde se cruzan los caminos de Santiago e Ignacio dibujando una cruz en el mapa. Forma parte de los caminos de peregrinación y cada vez son más las personas que se aventuran a seguir estos caminos espirituales y de transformación.
La zona de Igualada estuvo una vez bajo el mar. Este hecho es clave para entender el paisaje que la rodea. La comarca de Anoia tiene lugares especiales, idílicos y poco concurridos por descubrir. Pozas de agua cristalina, campos que cambian de color según el año, bosques y senderos verdes que permiten pasear o practicar deporte, y un patrimonio cultural y arquitectónico de categoría, con iglesias, plazas porticadas y castillos. Igualada es, por lo tanto, un conjunto de pequeñas cosas que, combinadas entre sí, hacen de Igualada una gran ciudad. Donde todos tienen cabida, donde todos son bienvenidos y de donde nadie se marchará decepcionado. La experiencia que se puede vivir en Igualada es, por lo tanto, el tesoro que esconde la cruz en el centro del mapa.