Рет қаралды 316
¿Y si dejamos de enfocarnos en lo que los demás no hacen, y en cambio, maximizamos todo lo que nosotros podemos hacer desde dónde estamos y con lo que tenemos?
Hay esta tendencia a creer que la #inclusion tiene solo un rostro y viene acompañada de triunfos, aplausos, e incluso la "cura" a lo que percibimos como una carencia o problema. Creemos que la inclusión es cara y se compra, y que está en los de afuera, no en nosotros.
La inclusión comienza en casa, y no es una terapia, no es un servicio, no es una escuela ni un aula específica. No está conectada a los logros académicos ni a las libretas o reportes escolares. La inclusión es orgánica y natural y se da cuando como padres exponemos a nuestros hijos a vivencias típicas y naturales. Llevarlo al parque, a una feria, a un evento comunitario.
No tiene nada de fuera de serie. Y mientras más real es, es más típica, común, y corriente. La construyes cada día, en las buenas y malas experiencias, porque eso es la vida. Nadie la tiene fácil, y de cada uno de nosotros depende avanzar y re-aprender para seguir creciendo.