Magnífico montaje cuyos resultados objetivos y subjetivos sobre el espectador revelan de sus autores el total dominio de las técnicas empleadas, la exquisitez y sensibilidad para lograr este prodigio de ritmo de la secuencia audiovisual, y un inmenso amor y comprensión del fenómeno cultural que ilustran tan poética y espectacularmente. Ni siquiera sería necesario ser lucentino para quedar conmovido de pies a cabeza por este alarde. Enhorabuena y gracias por compartirlo.