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(Is 37.6) “... les dijo Isaías: Diréis así a vuestro señor: Así ha dicho Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria.”
Pasaje bíblico: Isaías 36.1-20; 37.1-7,37-38
La Biblia habla y condena el pecado en general porque es la infracción de la ley santa de Dios. Y el pecado se puede cometer de distintas maneras: con los pensamientos, con los hechos y con la boca. Y una forma de pecar con la boca es la blasfemia, que es el uso de palabras ofensivas e irreverentes contra Dios, contra su voluntad, contra su palabra o contra sus cosas en general. Blasfema aquel que usa el nombre de Dios en vano o de forma impropia, o le atribuye maldad o se burla de Él, o de cualquier otra cosa vinculada a Él. Pero otra forma de blasfemar es el menosprecio de Dios, por cualquier otro medio distinto al habla, al considerarle menos de lo que realmente es o al ponerle a la altura de cualquier cosa terrena y perecedera... Los ateos, los paganos e idólatras y los falsos cristianos inconsecuentes son dados a blasfemar a Dios con su boca o con sus hechos. Al hacerlo no saben el grave pecado que están cometiendo y que Dios no dará por inocente a quien blasfema su nombre...