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Cada vez que abordamos la retrogradación de un planeta debemos hacer la distinción entre lo que significa cuando estamos hablando de un tránsito y ese mismo planeta retrógrado en una carta natal. En el caso de Júpiter, sus implicaciones son tan amplias como su capacidad de expansión. Así que veamos las principales tendencias asociadas a su retrogradación.
Cuando nos encontramos un Júpiter retrógrado dentro una carta natal, es posible que la persona con tal emplazamiento tenga algunas lecciones por integrar en su consciencia relacionadas con los excesos, bien sea de alimentación, de ingesta de bebidas, de peso o de otra índole, por lo cual deberá aprender a fijarse sanos límites. Puede confiar demasiado en la suerte y abusar de ella, dejando su vida en manos del azar en lugar usar el sentido común y trabajar de forma organizada por lo que desea (usualmente desea demasiado). Corre el riesgo de perder su patrimonio en apuestas, especulaciones e inversiones “fantásticas” que prometen cuadriplicar su capital en poco tiempo.
Es común encontrar a Júpiter retrógrado en cartas natales de personas con tendencia al orgullo y el auto engrandecimiento, lo cual corrigen a través de hechos en los cuales quedan ridiculizados o puestos en evidencia ante un auditorio, por ejemplo, usualmente de forma pública e incluso a través de medios de comunicación, si se trata de una figura pública. Pareciera que sólo así aprenderán a ser más humildes. También es posible que los enseñe el pasar por la bancarrota, períodos de escasez o la frustración a ver que sus aspiraciones económicas/profesionales se retrasan, lo que experimentarán como fracaso, especialmente si Júpiter está en Leo, Aries, Tauro o Escorpio, relacionados directamente con éxito y recursos.
No siempre se vive de esta manera. Se debe considerar si Júpiter retrógrado recibe aspectos fluidos o tensos dentro de la carta, en qué casa se encuentra y qué peso tiene en el tema natal. Si es planeta dominante, por ejemplo. El lado luminoso de un Júpiter retro bien aspectado puede ser una marcada conexión espiritual, sano deseo de libertad, gran generosidad por el prójimo, buenas impresiones de abundancia en el pasado que se materializan ahora como riqueza material o incluso vocación para la enseñanza y la justicia.
En cuanto al tránsito de Júpiter retrógrado, lo que en 2019 ocurre entre el 10 de abril y el 11 de agosto en el signo de Sagitario, es un período durante el cual evaluamos nuestro proceso de crecimiento, las aspiraciones que nos motivan a expandirnos, el sistema de valores que nos sostiene y nuestra filosofía de vida. Por ello percibimos como lento el ritmo con el cual se desarrollan nuestros proyectos, que además nos exigen mayor esfuerzo que de costumbre. También apelamos a la ética para preguntarnos si vamos bien o vamos mal. Se puede oscilar entre el excesivo entusiasmo y el pesimismo, por lo cual es un desafío el mantener la marcha a un ritmo intermedio e ir evaluando el proceso para mejorarlo, el lugar de quedarse en la queja.
Es ideal para hacer una revisión de los recursos con los cuales contamos para llevar a cabo nuestros proyectos, ajustar presupuesto y preguntarnos si podemos rescatar una oportunidad que en el pasado perdimos, o al menos entender por qué la perdimos para no incurrir de nuevo en lo mismo. No es recomendable hacer lanzamientos ni emprendimientos, sino más bien trabajar en lo que ya está en curso.
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