Desde la cercana lejanía, siendo Estepeño en Málaga agradezco estas imágenes, me acuerdo de mis Padres que hacían que el jueves Santo fuera tan especial y se viviera en casa con ese sentimiento de Fe, mi Madre preparando mi ropa de penitente con esa alegría que le iluminaba la cara. Viva El Santo Cristo y la Virgen de la Esperanza. Confianza que el año que viene estaré viendo mi hermandad en las calles de mi Pueblo.