L355 Reflexiones de Sarah - Lección 355. La paz, la dicha y los milagros que otorgaré cuando

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Reflexiones de Sarah Huemmert

Reflexiones de Sarah Huemmert

Күн бұрын

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@ReflexionesdeSarah
@ReflexionesdeSarah Жыл бұрын
Lección 355 La paz, la dicha y los milagros que otorgaré cuando acepte La Palabra de Dios son ilimitados. ¿Por qué no aceptarlos ahora? Comentario de Sarah: Jesús nos está ayudando a ver que, más allá de esta aparente realidad del cuerpo y del mundo de sufrimiento y dolor, la paz, la alegría y los milagros nos están siendo ofrecidos en este mismo momento. Dice: "¿Por qué no reclamarlos?". "¿Nos gusta lo que hemos hecho?". "¿Nuestra experiencia aquí es de paz constante?". "¿Qué nos impide aceptar la verdad sobre nosotros mismos y sobre quiénes somos realmente como el perfecto Ser glorioso en paz para siempre?". Está claro que aún no estamos completamente convencidos. Tememos que si soltamos aquello a lo que nos aferramos, desapareceremos. Como pregunta Byron Katie: "¿Quién serías sin ese pensamiento?". Jesús comprende nuestro miedo y nuestra inquietud, y por eso no deja de asegurarnos lo que nos espera. No deja de recordarnos que éste es un mundo de dolor y, en última instancia, de muerte. Aunque nada de esto sea real, lo experimentamos de ese modo. Al final, sabe que tomaremos la decisión de aceptar lo que somos y de volver a nuestro Creador, a quien nunca hemos abandonado, salvo en sueños. Dios ha mantenido Su Palabra, que vino a nosotros en nuestro aparente exilio, de que somos exactamente tal y como fuimos creados. Tenemos todos los atributos de Dios. Ahora Jesús espera paciente y amorosamente y esperará todo el tiempo que sea necesario para que aceptemos la verdad de lo que somos. Pero mientras haya miedo en la mente, hay sanación que llevar a cabo. El miedo es lo que mantiene a raya al amor. Cuando el deseo es fuerte y la motivación y la voluntad de emprender la disciplina exigida son constantes, estamos listos para tomar la mano de Jesús, que nos ayuda a mirar todo desde su perspectiva. Nos ayuda a ver su nada. Espera que vuelva a nosotros el recuerdo de lo que somos: el Hijo único que nunca abandonó a nuestro Padre. Su paciencia con nosotros es infinita, pero ¿por qué íbamos a querer esperar más para liberarnos del dolor y del sufrimiento? Podemos elegir ignorar las tentaciones que se nos presentan para tirar por la borda nuestra paz. Mientras escribo esto, siento irritación porque Don llega tarde a casa y no ha llamado. Finalmente, suena el teléfono. En ese momento, reconozco que puedo echarle en cara algo de culpa. Puedo recordarle que llega tarde y que ha incumplido su compromiso de estar en casa a una hora determinada. Reconozco que ahora puedo elegir entre caer en la tentación de culpabilizarle o dar un paso atrás y ofrecerle paz. Puedo simplemente expresar gratitud por la llamada. ¿A quién pediré que me guíe en este momento? ¿Será el ego o el Espíritu Santo? Mi decisión determinará el resultado que experimente. La felicidad no depende de lo que haga o deje de hacer mi hermano. Mi decisión de liberarle nos libera a ambos. Lo que doy lo recibo. Esa es la ley del amor. Cuando vemos lo infelices que nos ha hecho escuchar al ego y lo mucho que sufrimos, estamos más dispuestos a elegir otro camino. Elegimos dejar que el Espíritu nos guíe. Jesús pregunta, ¿por qué queremos seguir invitando al dolor cuando tenemos otra elección que podemos hacer? Debemos estar dispuestos a mirar con honestidad y valentía nuestras motivaciones. La paz y la alegría están en nosotros, esperando nuestra aceptación. Cuando no puedo hacer la elección en el momento, reconozco que debo ser honesto con mi hermano al expresar lo que siento. Hay valor en tal expresión si se utiliza con el propósito de reconocer que yo soy responsable de cómo me siento, no él. Todo es para mi curación y no para que mi hermano se sienta culpable. La realidad es que siempre estamos eligiendo entre dos sistemas de pensamiento. En cada momento estamos eligiendo el ego o el Espíritu Santo. ¿En qué lado del libro de contabilidad estoy en cada momento? ¿Estoy eligiendo la paz, el amor, la alegría, el perdón, la facilidad, la bondad y la verdad, o estoy eligiendo la programación del ego, que me mantiene en el miedo y la angustia? Nuestras reacciones egoicas parecen involuntarias, pero están bajo nuestro control. Somos responsables de las decisiones que nos mantienen inconscientes del estado de paz y alegría que podemos elegir en cualquier momento. ¿Por qué no ahora? “¿Por qué debo esperar, Padre mío, para recibir la dicha que Tú me prometiste?” (L.355.1.1) Jesús nos recuerda: “Tener miedo parece ser algo involuntario y no estar bajo tu control. Mas he dicho ya que sólo los actos constructivos deben ser involuntarios. Mi control puede hacerse cargo de todo lo que no es importante, mientras que, si así lo decides, mi asesoramiento puede dirigir todo lo que sí lo es. Yo no puedo controlar el miedo, pero éste puede ser auto-controlado. Tu miedo me impide darte mi control.” (T.2.VI.1.1-5) (ACIM OE T.2.IV.72 "Crees que 'tener miedo' es involuntario...") Jesús se dedica a ayudarnos, pero necesita nuestra ayuda para hacerlo. Si ahora mismo no estoy experimentando la paz y la alegría de que dispongo, es por mi propia decisión. Todo es cuestión de voluntad. Si no estoy dispuesto a humillarme, a ver lo equivocado que estoy en todo lo que percibo, a soltar mis ideas sobre cómo responder a las situaciones de mi vida, a permitirme ser vulnerable, a renunciar al control sobre mi propia vida y a aceptar todo lo que sucede como perfecto y necesario para mi clase, entonces me estoy manteniendo en el miedo. Cada minuto de mi día tomo esta decisión. Es una elección de atacar o perdonar. Es una elección de liberar mis pensamientos temerosos al Espíritu Santo, o aferrarme a los resentimientos. Todos en este mundo estamos buscando paz, dicha y felicidad. Todo lo que hacemos o hemos hecho en este mundo tiene que ver con buscar el placer y evitar el dolor, pero nuestros esfuerzos están mal encaminados porque buscamos las respuestas en el guía equivocado. El ego siempre está dispuesto a acudir al rescate con otro ídolo, pero Jesús no deja de recordarnos que el mantra del ego es: "Busca, pero no halles". Como no sabemos quiénes somos, no podemos saber lo que más nos conviene. Como nos recuerda el Curso, nuestros mayores avances, a nuestros ojos, pueden ser nuestros mayores reveses, y lo que juzgamos como nuestros mayores reveses pueden ser nuestros mayores avances. Cuando admitimos que no sabemos y estamos dispuestos a rendirnos a otro Maestro, “nos hacemos a un lado y dejamos que Él nos muestre el camino” (L.155) en lugar de confiar en nuestra muy limitada comprensión. “La resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor.” (T.2.III.3.5-6) (ACIM OE T.2.II.48 "Los umbrales de dolor pueden ser altos...") Al darnos cuenta de ello, nos volvemos más dispuestos y listos para escuchar la Palabra de Dios. Su Palabra refleja el Principio de Expiación. Este Principio afirma que nunca hemos cambiado. Seguimos siendo tal y como fuimos creados. Al aceptar esta verdad, aumenta nuestra motivación para ser disciplinados en la práctica de la Lección. Continúa...
@ReflexionesdeSarah
@ReflexionesdeSarah Жыл бұрын
Continuación Reflexión L355... Nuestra parte consiste en tomar conciencia de cómo surgió el sistema de pensamiento del ego y reconocer cómo funciona en nuestras vidas. Para romper el ciclo de pecado, culpa y miedo, estamos llamados a asumir la responsabilidad de nuestras proyecciones. El perdón requiere que veamos lo que hay en nuestra mente inconsciente, que estemos dispuestos a entregárselo al Espíritu Santo y a dejárselo a Él. El error que cometemos es pensar que podemos arreglarnos a nosotros mismos, pero no es nuestro trabajo hacerlo. De hecho, el ego nunca se deshará a sí mismo. Es el Espíritu Santo el que desvanece la oscuridad cuando se la entregamos a Él. Se requiere confianza y voluntad para renunciar a nuestras propias respuestas para nuestras vidas y volvernos a Aquel que sabe. Él necesita nuestra cooperación en este proceso, para poder guiarnos con suavidad y paciencia hacia la verdad de lo que somos. El Espíritu Santo nos ayuda a ver que la paz, la alegría y el amor que buscamos ya están en nosotros. No hay nada en el mundo de la forma, ya sea la pareja correcta, el trabajo correcto, la casa correcta, o las cosas correctas, o incluso todo lo que va en nuestro camino, que pueda traernos estos dones. Hace poco vi en CNN la historia de Michael Morton, titulada "El sueño irreal". Fue acusado injustamente de asesinar a su mujer y pasó 25 años en la cárcel. La mayor parte de esos años los pasó enfadado por la injusticia de todo aquello. Dice que aguantó bastante bien, aprendiendo las costumbres del sistema penitenciario y, finalmente, obteniendo un título universitario. Con el tiempo, se adaptó a la vida en prisión e incluso desarrolló algunas amistades sólidas. No fue hasta que su único hijo le escribió para decirle que ya no quería ser su hijo cuando se derrumbó del todo. En otras palabras, se deshizo por completo y clamó a Dios. No escuchó más que silencio hasta que diez días después, en un día normal de rutinas habituales, algo cambió. Se fue a la cama, se conectó a una emisora de radio y, sorprendentemente, escuchó música de arpa, que, según dice, nunca había oído antes. Entonces todo a su alrededor se iluminó con una luz dorada, y supo que estaba en presencia de Dios. Por supuesto, todo cambió después. Fue liberado, se reunió con su hijo y supo con certeza que Dios es todo lo que hay y que se puede confiar plenamente en él. “La resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada.” (T.2.III.3.5-6) (ACIM OE T.2.II.48) Toda situación, incluso la prisión, puede utilizarse para nuestro mayor bien. Dijo que se había convertido en una especie de Ashram para él, donde las distracciones de la vida normal en el mundo estaban severamente limitadas, y esto le dio una oportunidad perfecta para mirar hacia dentro. Cuando abandonó la prisión, sus compañeros lloraron al ver el regalo que había sido en sus vidas gracias a su demostración. Nuestra función es “ver a todos como nuestros hermanos, y percibir todas las cosas como buenas y bondadosas.” (L.PII.¿Qué soy yo? P14.3.4) Frente a los comportamientos ofensivos de los demás, mirar todas las cosas con bondad puede ser un desafío porque seguimos creyendo que la causa de cualquier angustia que sentimos proviene del mundo. Hemos invertido la causa y el efecto. Sin embargo, cuando asumimos la responsabilidad de nuestras proyecciones, tenemos gratitud por cada hermano que nos muestra un reflejo de lo que hay en la mente que hay que sanar. Nuestra única responsabilidad, como hacedores de milagros, es aceptar la Expiación para nosotros mismos. No hay nadie a quien culpar. Vemos violencia e injusticia en el mundo, y culpamos a otros de lo que parece estar sucediendo. Queremos que se arregle. No queremos aceptar que es nuestro guión perfecto. Lo que hacemos es intentar gestionar los efectos en lugar de la causa en la mente. El único lugar donde se puede encontrar la paz es en la mente porque nuestra realidad es sólo la mente y no el cuerpo. Lo que hace el milagro es que “Simplemente contempla la devastación y le recuerda a la mente que lo que ve es falso.” (L.PII.¿Qué es un milagro?P13.1.2) Sólo a través del perdón y la voluntad de renunciar a nuestro camino es como podremos recordar quiénes somos. Mientras que el ego utilizaría el mundo para olvidarse de Dios, el Espíritu Santo utiliza todas nuestras experiencias para ayudarnos a recordar a Dios. No importa lo que nos parezca, todo es verdaderamente útil para nuestra curación. Depende de nosotros cómo elijamos verlo, pero no estamos solos en esto. La verdad ya está en nosotros, esperando su aceptación. ¿Por qué esperar? ¿Por qué no aceptar hoy la Palabra de Dios? Amor y bendiciones, Sarah huemmert@shaw.ca
@MarisaVazquez60
@MarisaVazquez60 Жыл бұрын
Gracias, gracias, gracias. Bendiciones!💖🫂🙏
@ana.martin-aragon
@ana.martin-aragon Жыл бұрын
📘 *LECCIÓN 355* *La paz, la dicha y los milagros que otorgaré cuando acepte la Palabra de Dios son ilimitados. ¿Por qué no aceptarla hoy?* 1. _¿Por qué debo esperar, Padre mío, para recibir la dicha que me prometiste? 2Pues mantendrás la Palabra que le diste a Tu Hijo en el exilio. 3Estoy seguro de que mi tesoro me aguarda y de que sólo tengo que extender la mano para encontrarlo. 4Incluso ahora mismo mis dedos ya lo están tocando. 5Está muy cerca. 6No necesito esperar ni un instante más para estar en paz para siempre. 7Es a Ti a Quien elijo, y a mi Identidad junto Contigo. 8Tu Hijo quiere ser Quien Él es, y conocerte como su Padre, Su Creador y su Amor._ ✨
@saradiaz7879
@saradiaz7879 Жыл бұрын
Agradezco al Espíritu Santo inspirar cada día estás reflexiones que traen siempre el mensaje que necesito escuchar. Y les agradezco a ustedes ponerlo en palabras, traducirlo y darle voz 🙏🏼 💛🙌🏼✨🕊️🤗
@ReflexionesdeSarah
@ReflexionesdeSarah Жыл бұрын
Gracias Sara por tus amorosos comentarios. Amen. 🙏🏻🕊🙏🏻
@pilarnavarro5905
@pilarnavarro5905 Жыл бұрын
Gracias ✨
@feliciaaquino3710
@feliciaaquino3710 Жыл бұрын
❤❤
@carmengonzalez169
@carmengonzalez169 7 ай бұрын
! GRACIAS SARAH ! Luz y bendiciones a ti y a tu alrededor.✨💥🙌🏼
@ReflexionesdeSarah
@ReflexionesdeSarah 7 ай бұрын
Gracias Carmen! Ya te falta poquito para terminar las lecciones!
@neliabozo7809
@neliabozo7809 9 ай бұрын
Graciassss ❤️ ❤️ ❤️ ❤️
@ReflexionesdeSarah
@ReflexionesdeSarah 9 ай бұрын
Bendiciones Nelia!
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