Рет қаралды 1,217
El río Guarga, que discurre paralelo a la cordillera pirenaica, da nombre al extenso y abrupto territorio que se extiende tras la Sierra de Guara.
A principios del siglo XX el valle del Guarga estaba habitado por más de mil trescientas personas. Treinta y siete núcleos, en los que llegaron a funcionar once escuelas, sembraban La Guarguera de vida.
El ingenio y la ilusión, el tesón y el trabajo bien hecho, permiten que un centenar y medio de personas continúen humanizando el agreste valle del Guarga, conviviendo en un privilegiado entorno natural, esforzándose por mantener dinámicas interpersonales más próximas y venciendo las dificultades que caracterizan al mundo rural para convertir el monte en un hogar.