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La historia añeja del Callao la podemos apreciar no solamente a través de sus antiguas casonas, empedradas calles, y de sus fortalezas militares como el Real Felipe sino también a través de sus extensas y productivas haciendas, cuyos orígenes se remontan a la época colonial. En la actualidad, sobreviven dos: la Hacienda San Agustín y la Hacienda Bocanegra. Fuimos en búsqueda de esta última.
La Hacienda Bocanegra, cuyos orígenes datan del siglo XVI, es adquirida en 1626 por valor de 37,000 pesos por el Colegio Jesuita del Callao, institución perteneciente a la Compañía de Jesús que tenía como fin le educación y la promoción de la fe católica . Los límites de la hacienda, con el paso del tiempo, fueron ampliándose gracias a las diversas donaciones que recibían los jesuitas en terrenos circundantes. Bocanegra, durante el primer tercio del siglo XVIII, llegó a representar el 83% de los ingresos anuales del colegio.
La hacienda se caracterizaba por la producción de caña con ingenios para el azúcar, maíz y también se dedicaba a la producción ganadera. Durante la Colonia el Callao era parada obligatoria de los flamantes virreyes que venían a tomar posesión de su cargo en Lima. Muchos de ellos llegaban en barco al Callao y descansaban una semana, antes de su ingreso a Lima, en la hacienda Bocanegra o Bellavista. Detalla el historiador Juan Manuel Ugarte que para las entradas a Lima de virreyes y de altos dignatarios, el paradero que se usó no fue la Legua, sino la hacienda Bocanegra.
Video hecho por Marco Gamarra Galindo, autor del Blog La Biblioteca Marquense.