LA LÁMINA ROJA | Santiago Duque

El mejor método para superar los momentos difíciles en la pareja. El álbum de las láminas rojas es una metáfora psicológica para entender por qué a veces las relaciones de pareja se rompen. Una mirada cerebral para los retos que plantea el amor.
#AProfundidad
Transcripción:
A mi me parece un tema fascinante, fascinante y yo creo que nos proyectamos todos en pareja, mi esposa y yo, ustedes con sus parejas, a mi me parece… y esta se la debo a un psicólogo que, no recuerdo su nombre, pero me ayudó muchísimo con ese ejemplo, y es lo que yo llamaría el álbum de laminitas rojas y esa persona me lo enseñó como el álbum de las laminitas rojas, y el álbum de las laminitas rojas no es otra cosa que, aquí en Colombia había un álbum tradicional que, es el álbum de unas chocolatinas y tenían unas laminitas adentro y se pegaban, en un álbum y al finalizar el álbum, uno lo llenaba y uno recibía un premio. Entonces y lo mismo pasa con el álbum de los mundiales, tu vas recortando ciertas cosas de los sobres y ese álbum al finalizarlo uno enviaba eso y uno podría ganarse un carro o un dinero. Lo mismo pasa en el matrimonio cuando hablamos de las laminitas rojas. Las laminitas rojas son láminas que no son buenas y en los álbumes, como en la vida, hay láminas que son escasas y hay láminas que son comunes. Las láminas comunes en la pareja pueden ser por ejemplo que: yo voy en el carro manejando y le digo a mi esposa “hay como taco por acá, ¿por dónde nos vamos?” y ella me puede decir: “cojamos tal ruta” y apenas nos metemos por esa ruta encontramos un taco peor y le digo “viste, por qué, por qué me dijiste que me metiera por acá”. Y ella dice “ pero tú me preguntaste” y yo “pero si no hubiéramos salido tan tarde “ y empieza una discusión entre el uno y el otro a señalarse: “vos saliste tarde, ah pero es que vos te demoraste en el baño….” Y ahí empieza el lío. Esa es una muy frecuente, pasa con muchas parejas.
Hay unas láminas que no son tan frecuentes entonces por ejemplo: “ me desautorizaste con mi hijo”, no son tan frecuentes pero pueden tener cierto nivel de periodicidad. Pero hay láminas escasas y las láminas escasas supongamos que pueden ser que me montaste los cuernos, con un compañero de la oficina o que aparecí borracho para el matrimonio, y el álbum se va llenando, se va llenando y se va llenando y a veces el álbum se llena con una última laminita frecuente que puede ser : “ no me calentaste la comida cuando llegué del trabajo” o se llena con una escasa que puede ser: “ es la tercera vez que me montás los cuernos, o me cogiste una plata sin permiso o me robaste”, y entonces ahí se llena el álbum y cuando cuándo uno llena su álbum, ahí recibe el premio y el premio, cuando es de laminitas rojas, no es bueno, no es bueno y lo que viene generalmente es la separación o la disfunción de pareja o la violencia intrafamiliar o los golpes, que también pueden hacer parte de una laminita, adicional, porque uno podría recibir de regalo un afiche y ese podría ser el afiche y ahí se vuelve súper compleja la relación.
¿Qué debo hacer yo, por ejemplo, para evitar que se llene el álbum? Hay dos responsabilidades grandes: una es decirle a la persona “esto que hiciste hoy me molestó no quiero que lo vuelvas a hacer” aparece un compromiso de parte y parte, porque uno también muchas veces termina provocando una reacción inadecuada, “entonces no quiero que lo vuelvas a hacer, me dolió, te lo digo una sola vez y con esto rompo la lámina roja”. Ya si uno rompe la lámina roja, esa lámina no puede volver a contar, pero el compromiso de la persona que cometió, digamos, esa imprudencia, es que no la vuelva a cometer, porque las mujeres ahí si nos ganan, son súper históricas, entonces ella tiene una memoria y nosotros como “juepucha yo de dónde me pego o yó que le voy a decir si ella tiene esa memoria tan buena para señalar”. Entonces es destruir la lámina roja, no volvérsela a sacar a ella o a él y, si vuelve a salir, procurar no ser histórico: “ah esta ya me ha salido dos o tres veces y te la voy a cobrar con retroactividad” eso descompensa mucho la relación de pareja. Hay una cosa en el derecho que podemos aprender: nadie puede ser juzgado dos veces por la misma cosa, sí por el mismo delito, pero usted puede cometer el delito varias veces,. Entonces el compromiso de uno como persona que se ha equivocado es no repetir esa dificultad y uno rompe eso. Yo creo que de alguna forma todos hemos recibido ciertos niveles de infidelidad, hasta por el celular, digámoslo así, entonces uno puede decirle a la pareja, porque teóricamente no lo besó, no se acostaron, y uno le puede decir tranquilamente a la pareja: “me dolió ver esta conversación, no me la vuelvas a hacer, si vuelve a aparecer una situación así, se puede llenar el álbum y se puede acabar esta relación” y el compromiso de la persona que estaba chateando, que no necesariamente es una acción completa de infidelidad es no volver a repetir este paradigma o este comportamiento.