La lluvia vino hasta mí, Y me cubrí, con el miedo, Y con periódicos viejos, Que mienten, que habrá buen tiempo, Ni una palabra, de ti. La lluvia vino hasta mí, Con el sol, como esperanza, Cuando el futuro descansa, Entre el jamás, y el mañana, Nunca hay noticias, de ti. La lluvia quiso limpiar, El cielo de, nubes negras, O mis ojos, de quimeras, Que ríen, por no llorar. Y corrí, despavorido hacia un tejado, Y corrí, por no mojarme, los zapatos, Y corrí, como el idiota, que se aterra, Cuando no entiende, que en la tierra El cielo aún manda, los milagros. La lluvia vino hasta mí, Y yo no supe arriesgarme, Por saberme vulnerable, O por sentirme culpable, De no poder, ser feliz. Y corrí, despavorido hacia un tejado, Y corrí, por no mojarme los zapatos, Y corrí, como el idiota, que se aterra, Cuando no entiende, que en la tierra El cielo aún manda, los milagros. La lluvia vino hasta mí, Y yo no supe arriesgarme, Por saberme vulnerable, O por sentirme culpable, De no poder, ser feliz