Todos los supuestos administradores de áreas comunes abusan de los condóminos, cobran un dineral al mes y no hacen nada en beneficio de las familias. Aquí viven niños, bebés y personas de la tercera edad que por su condición física necesitan agua potable. Lo único que buscan los "fabulosos" administradores son beneficios personales y lucros excesivos.