La Pausa Ignaciana, una practica de espiritualidad

Las pausas ignacianas son una práctica de la espiritualidad ignaciana, inspirada por San Ignacio de Loyola. Se trata de un ejercicio diario de autoevaluación y reflexión que ayuda a las personas a tomar conciencia de su día y de la presencia de Dios en sus vidas.
La pausa ignaciana generalmente consta de tres momentos esenciales12:
Dar gracias: Revisar el día y agradecer por al menos un momento en el que se haya sentido la presencia de Dios.
Pedir perdón: Reflexionar sobre los errores cometidos y pedir perdón por ellos.
Pedir ayuda: Solicitar a Dios su apoyo y guía para el día siguiente.
Este ejercicio no solo ayuda a cerrar el día con una actitud de gratitud y reflexión, sino que también orienta a las personas en su oración constante y en la búsqueda de una vida más consciente y plena
“Te invitamos a descubrir el poder transformador de la pausa ignaciana. Únete a nosotros en una sesión especial donde exploraremos cómo este momento de reflexión diaria puede enriquecer nuestras vidas y fortalecer nuestra comunidad. ¡Tu participación es el primer paso hacia un mayor crecimiento personal y colectivo!”

[@leidycarolinamayorgacaucal5026]

❤ que bonito espacio. Ha sido justo para esta semana, porque hay momentos de dificultades que no ves desde otra visión, es importante aprender de aquellas personas que tienen sabiduría y pueden ser apoyo

[@LuiseMurillod]

Muchas gracias, Si todos tuviéramos actitud de agradecimiento tendríamos una vida más agradable.