Рет қаралды 8,541
Hay sin embargo «esa medida desbordante con la que Dios da sus dones: “recibiréis todo. Nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madres, padres, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, que no reciba ya ahora en este tiempo quedará sin recibir cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, campos, y la vida eterna que vendrá”. Todo». Esta es la respuesta, dijo el Pontífice: «El Señor no sabe dar menos de todo. Cuando Él dona algo, se dona a sí mismo, que es todo».