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El todopoderoso y decisivo reino de Castilla comenzó en esta villa templaria, bienvenidos a Frías!! Formando parte de la comarca de La Bureba, en las Merindades, al nordeste de la provincia de Burgos, y a 80 km de la capital, se encuentra Frías -cuyo nombre procede de “Aguas frías”-, uno de los pueblos más bonitos de la geografía española, cuya imagen es inconfundible, por su esencia medieval. El emplazamiento de Frías, sobre el curso superior del Ebro, y la espectacularidad de su asentamiento, a 527 metros de altitud, han sido elementos atractivos para pueblos desde los tiempos prehistóricos. Sus dos grandes calzadas romanas confirmarían este trasiego humano: una, la que enlaza la meseta castellana con el norte peninsular, atravesando el Ebro por un vado aún existente a unos 500 metros al sur del puente románico, para continuar hacia el desfiladero del río Purón y el puerto de Orduña; y la otra calzada, es la que, enlaza con La Rioja, desde el mismo casco urbano de Frías.Sin embargo, la primera referencia documental se remonta al año 867, con la conquista de estos territorios a los hispano-musulmanes. De aquella época son las tumbas antropomorfas y rupestres situadas próximas a la parroquia de san Vicente Mártir. En el siglo XI, Sancho García III, llamado “El Emperador”, adquirió la población, y aquí nació el Reino de Castilla. Este monarca, fallecido el 5 de febrero de 1017, fue enterrado en el monasterio de San Salvador de Oña; en su epitafio leemos: “Este es el conde Sancho, que dio buenos fueros a los pueblos. La Santa Ley fue su compañera, y el bienestar del reino su mayor cuidado…”. Después, Frías se integró en el reino de Pamplona Nájera (embrión del reino de Navarra), bajo el reinado de Sancho Garcés III “el Mayor”.