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Transcripción:
Me gustaría empezar este nuevo período tratando un tema im-por-tan-tí-si-mo: la responsabilidad personal.
Si hay un propósito inexcusable para cada año nuevo de tu vida, mientras no lo consigas, es trabajar en tu responsabilidad personal, porque de ella depende que alcances o no cualquier objetivo que te marques después.
Hoy te voy a hablar de las 3 excusas que utilizan las personas que todavía no han dado este paso.
[INTRO]
Seguro que se te ocurren ejemplos de personas de quienes dirías que son inmaduras, personas que siempre tienen una excusa para no asumir la responsabilidad de sus actos y para no llevar las riendas de sus vidas.
Estas personas se han colocado el cartel de “víctimas” y, a menos que algo evolucione en su interior, no parecen estar dispuestas a renunciar a esa etiqueta.
Existen 3 grandes teorías deterministas en las que se escudan estas personas para no… espabilar. Vamos a verlas.
[1. Determinismo genético]
La primera excusa es tu genética. Si te comportas de forma agresiva, es porque sales a tu padre… o a tu tia. ¡Ya te gustaría a ti que te hubiera tocado una genética pacífica! Pero no es así… te ha tocado ser agresivo y no hay nada que tú puedas hacer al respecto. Ya lo dice tu madre: sales a la familia de tu padre. ¡Qué se le va a hacer! Y aun por encima… eres hombre. Y ya sabemos el efecto de la testosterona sobre el genio. Realmente… te comportas de forma agresiva porque eres una víctima de tu genética.
[2. Determinismo psíquico]
La segunda excusa es cómo te han socializado. Cuando eras pequeña, tu familia te regalaba muñecas y vestidos de princesa. Y en el colegio, te decían que debías ser una señorita, discreta, calmada y, sobre todo, obediente. Ahora que eres una mujer adulta, tienes un sueño: emprender tu propio negocio. Sin embargo, sabes que nunca lo harás, porque tú has sido educada para ser una princesa, no una reina. Te han dicho que lo más importante es que sean una buena esposa y una buena madre, y eso no te dejará tiempo para dirigir ningún negocio. Además, nunca te han dejado tomar decisiones. ¿Qué vas a hacer a tú sin alguien que te diga qué hacer en cada momento?
[3. Determinismo ambiental]
La tercera excusa son las circunstancias. Has quedado con una amiga y has llegado 20 minutos tarde. Ella está molesta contigo pero, a ver, seamos claros, ella vive sola y no entiende lo que es tener que esperar a que tu hermano salga del baño para poder prepararte. Y es que… ¡qué le vas a hacer tú si has tenido que volver a medio camino porque se te había quedado el teléfono atrás! Y es que tu amiga es una imcomprensiva… si ella se hubiera encontrado con el tráfico que te has encontrado tú de camino, ya veríamos lo temprano que llegaría.
Y……… ¡bien! ¿Te has identificado con alguna de estas excusas?
No te sientas mal por ello. Todo el mundo utiliza excusas de vez en cuando. Lo importante es que sepas reconocer cuándo estas excusas son mucho más que algo excepcional… cuando en realidad se trata de un patrón.
Haz una reflexión acerca de tu situación personal. ¿Te estás escudando en alguna de estas 3 excusas para no responsabilizarte de ti misma o de ti mismo?
Si la respuesta es sí, ve a la sección de comentarios y cuéntanos cuál es tu excusa más habitual. Y si la respuesta es no, háblanos de alguien a quien te hayan recordado estas excusas.
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Y recuerda: Tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz. ¡La decisión es tuya!
[Cuéntanoslo en un comentario: ¿Cuál es tu excusa?]