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El invierno de este año ha sido desafiante para los apicultores en Argentina, pero las colmenas que implementaron el Sistema Palmer han logrado superar la estación fría con resultados muy favorables. Este método, que se ha ido popularizando entre los apicultores argentinos, ha demostrado ser altamente eficiente para garantizar la supervivencia y fortalecimiento de las colmenas durante los meses más fríos del año.
El Sistema Palmer, originado en Estados Unidos, se basa en la creación de núcleos de abejas más pequeños pero altamente productivos. Esto se consigue mediante la división de colmenas grandes en núcleos, proporcionando así a las abejas un ambiente más manejable y eficiente para mantener la temperatura interna. Al reducir la cantidad de espacio que las abejas deben calentar, se optimiza su gasto energético, lo que resulta en una mejor conservación de sus recursos y un aumento en la tasa de supervivencia durante el invierno.
En varias zonas de Argentina, donde las temperaturas invernales pueden ser especialmente bajas, este sistema ha demostrado su eficacia. Las colmenas no solo lograron invernar muy bien, sino que también mostraron signos de recuperación rápida con el inicio de la primavera. Los apicultores que adoptaron el Sistema Palmer reportan colmenas más fuertes, con abejas activas y en buen estado de salud, listas para la temporada de producción de miel.
La experiencia de este invierno sugiere que el Sistema Palmer podría ser una excelente opción para más apicultores argentinos, no solo como una estrategia para el invierno, sino también para mejorar la productividad general de las colmenas a lo largo del año.