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Serie: Teología y Piedad Puritana
Sesión :1
Fecha de exposición: 16 de Noviembre 2024
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Resumen del estudio:
El pecado no hace acepción de personas y afecta a todos. No solo se manifiesta en nuestras acciones, sino que comienza en nuestra mente y corazón. Como la historia del mono atrapado por aferrarse a algo sin ver el peligro, el pecado nos ciega y nos impide soltarlo.
El pecado comienza en la mente
No solo es hacer lo malo, sino también pensar en ello con deleite.
Nuestros pensamientos determinan quiénes somos realmente.
Dios juzga no solo nuestras acciones, sino también nuestros pensamientos (Hebreos 4:12).
Etapas del pecado y cómo detenerlo
El pecado sigue un proceso: empieza como un pensamiento, se considera, se decide, se ejecuta, se disfruta, se presume y se repite.
Es más fácil vencer el pecado en su primera etapa, al concebirlo en la mente.
Cómo vencer el pecado
Oración: Jesús nos enseñó a orar para no caer en tentación.
La Palabra de Dios: Llena tu mente con la Biblia para no ser influenciado por el mundo.
El Espíritu Santo: Nos da dominio propio y fuerza para vencer el pecado.
Si queremos ser llenos del Espíritu Santo, debemos estar dispuestos a desarrollar paciencia, amor y dominio propio. Pedir la llenura del Espíritu Santo significa estar listos para vivir según su voluntad, incluso cuando sea difícil.
Aplicación práctica:
Examina tus pensamientos y reemplaza lo malo con la verdad de Dios.
Ora diariamente para vencer la tentación desde la raíz.
Llénate de la Palabra de Dios para que guíe tus pensamientos y acciones.
Depende del Espíritu Santo para vivir en santidad y no caer en el ciclo del pecado.
La verdadera libertad viene cuando dejamos ir el pecado y nos aferramos a Cristo