Las imágenes de este documental tienen las huellas del tiempo, pero el contenido tiene relevancia por su valor testimonial, ya que recoge el punto de vista de los propios huilliches de Chiloé a través de sus líderes de hace ya unas décadas y destaca aspectos de la vida laboral de esta gente y sus vínculos con los espacios naturales: la tierra (ñuke tuwe), el mar (lafken) y el espacio celeste (wenu mapu). Se da cabida también a algunos aspectos de la cultura espiritual de los huilliches, tales como determinados tópicos lingüísticos, tópicos mítico-legendarios, etc. Hay que mencionar también que este documental contó con el respaldo institucional para su etapa previa de investigación en terreno.