Los pequeños grandes héroes de la DANA/ Autora/Coral Bravo

Los pequeños grandes héroes de la DANA En un pequeño pueblo de Valencia, un grupo de niños jugaba alegremente en la plaza cada tarde. Ellos eran Carla, Lucas, Ana y Miguel, amigos inseparables que siempre estaban listos para cualquier aventura. Sin embargo, aquel otoño, una gran tormenta conocida como DANA golpeó su región. Las lluvias torrenciales inundaron las calles, destruyeron sus casas y dejaron a muchas familias en una situación desesperada. Una tarde, mientras los niños miraban por la ventana, vieron a una familia recién llegada al pueblo. Entre ellos, había un niño llamado Dani, que tenía su misma edad. Dani parecía triste y perdido. Su familia había perdido todo en las inundaciones y ahora vivían temporalmente en un refugio. Carla fue la primera en proponer algo. No podemos dejar que Dani esté triste, ¿qué tal si lo ayudamos? Los otros niños estuvieron de acuerdo. Esa misma noche, se reunieron en el garaje de Lucas y trazaron un plan. Decidieron organizar una colecta para Dani y otros niños que habían sido afectados por la DANA. Sabían que no sería fácil, pero estaban decididos. Al día siguiente, recorrieron el pueblo con carteles hechos a mano y hablando con los vecinos. Recolectaron ropa, juguetes, libros y alimentos. Además, propusieron organizar un pequeño evento en la plaza para recaudar más ayuda. El día del evento, la plaza estaba llena. Hubo juegos, música y un mercadillo donde vendieron objetos que ya no usaban. Los vecinos, conmovidos por la iniciativa de los niños, contribuyeron generosamente. Al final del día, habían reunido una gran cantidad de cosas. Con todo lo recaudado, ayudaron a Dani y a su familia a mejorar su situación, pero también compartieron lo obtenido con otras familias afectadas. Dani, emocionado por la generosidad de sus nuevos amigos, sonrió por primera vez desde que llegó al pueblo. Con el tiempo, Dani se unió al grupo de Karla, Lucas, Ana y Miguel. Juntos aprendieron que la amistad y la solidaridad podían superar cualquier tormenta. Desde entonces, cada año, organizaban actividades para ayudar a quienes más lo necesitaban, recordando siempre que incluso en los momentos más oscuros un pequeño acto de bondad puede hacer la diferencia.
Autora/Coral Bravo