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Esta canción tiene una pequeña historia que en su día ocurrió. Montando las canciones del disco Nueva Savia, Un amigo al que se le esperaba para acompañar con su guitarra, comentó que había tenido que servir de testigo de la boda de unos muy jóvenes contrayentes en la sacristía de la parroquia. De ahí surgió la idea de esta canción. Historia desgarradora de dos jóvenes obligados a separarse una vez casados, por un embarazo prematuro.