La sociedad occidental avanza y la Iglesia católica sigue empeñada en aislarse intelectualmente y en sumirse en el estancamiento. Afortunadamente en Europa ya se han dado pasos definitivos hacia el sentido crítico, la libertad de pensamiento y el uso preferente de la razón frente a la superstición y la manipulación de cualquier élite religiosa o secta mayoritaria. Es una pena que Córdoba, y en general Andalucía, estén a la cola en este proceso como en tantas otras cosas. Cómo les cuesta a los andaluces superar el bipartidismo, la televisión folklórica y el poder de la Iglesia. Si no se ponen las pilas van a terminar suponiendo un lastre para España demasiado pesado.