Heráclito De Èfeso, dijo: " Nadie se baña dos veces en las mismas aguas de un mismo río", sentenciado que todo cambia, que nada es eterno, que todo tiene su final. Pero este filosofo de la antigüedad no contaba con que la Salsa (ritmo musical) era la excepción que confirmaría la regla; porque, en efecto, la Salsa siempre es la misma, no muere, no tiene final.