Enhorabuena a Gervasio y Arsenio por este magnífico trabajo de recuperación y restauración del molín de Turrón. El que constituyó un rico patrimonio hidráulico que se extendió por todos y cada uno de los rincones de Asturias y de toda España está practicamente desaparecido o en ruina y abandono. Los esfuerzos de personas como ellos tienen un incalculable valor no solo por la puesta en marcha de estos rudimentarios molinos sino porque además legan a las generaciones venideras un auténtico museo antropológico y de conocimiento de toda una tradición rural y modo de vida. Felicidades a ambos.