Рет қаралды 131
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
INVOCACIÓN A MARÍA AUXILIADORA
Compuesta por San Juan Bosco -
¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia, auxilio maravilloso de los cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla: Tú sola vences todos los errores del mundo; ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestras dificultades, defiéndenos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, recibe nuestra alma en el Paraíso. Amén
Acuérdate ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Tu protección, implorando Tu asistencia y reclamando Tu socorro, haya sido abandonado de ti. Animados por esta confianza y aunque agobiados bajo el peso de nuestros pecados nos atrevemos a implorar tu favor, pues eres abogada de los pecadores y auxilio de los cristianos. Si conviene para el bien de nuestras almas, te pedimos los siguientes favores
(Cada uno pide la gracia que desee), y deseamos, Señora, que en todo se cumpla la voluntad de Dios. Amén
Oh María, Madre del Hijo de Dios y Madre mía: tómame bajo tu protección, cúbreme con tu manto, acógeme entre tus brazos, estréchame a tu corazón, defiéndeme del enemigo, presérvame de todo mal, permanece siempre a mi lado, guíame de la mano al encuentro con tu hijo Jesús. Amén.
María Auxiliadora de los Cristianos,
¡Ruega por nosotros!
Oración preparatoria para todos los días
¡Oh María Auxiliadora, vengo a postrarme humildemente a tus pies, para tributarte mi homenaje de amor y gratitud! Indigno soy de recibir nuevos favores de tus manos amorosas, pues no he correspondido a las innumerables gracias que me has dispensado a cada paso. Olvidando mi ingratitud y no pensando más que en tu amor y benignidad, vengo a implorar nuevamente tus auxilios. Concédeme las gracias que deseo si no son contrarias a la Voluntad de Dios. No me desampares, Madre mía; robustece mi voluntad para que no me aparte del verdadero camino de la virtud; ilumina mi entendimiento para que comprenda cuánto me amas; y santifícame para que logre, mediante tu valiosísimo socorro, alabarte por toda la eternidad. Amén.