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Rocío Quintero Martínez, abogada colombiana y asesora jurídica de la CIJ, explica los principales hallazgos del informe "Oculto a plena luz del día: el declive de la educación pública en Venezuela". En este se mencionó los obstáculos que enfrentaron los niños y las niñas en Venezuela para acceder al sistema educativo durante la pandemia del COVID-19.
En primer lugar, el plan de educación a distancia creado por el gobierno, "Cada familia una escuela", fue de baja calidad y no consideró los déficits de acceso a Internet, computadoras y celulares de las familias venezolanas. Además, a las familias, que tenían un rol central en el plan, no se les proporcionó el apoyo y las herramientas necesarias para que pudieran apoyar el proceso educativo en casa.
En segundo lugar, hubo poca claridad en el retorno a clases presenciales. Durante 2020 y 2021, el presidente Nicolás Maduro hizo anuncios sobre el regreso a clases presenciales. En estos anuncios, a pesar de las precarias condiciones de las escuelas y del sistema de salud pública, el presidente aseguraba que se podía garantizar un regreso seguro a las escuelas.
En tercer lugar, tras año y medio de educación a distancia, el regreso se hizo sin adecuada planificación. Muchos de los obstáculos en la educación creados por la pandemia del COVID-19 todavía persisten. En ese sentido, no se ha hecho frente a la deserción y el rezago escolar creados por la pandemia. Tampoco se ha dado solución a los saqueos de los que fueron objeto muchos centros educativos durante el periodo que estuvieron cerrados debido a la pandemia.