Carezco de empatia, mirada fría, la suerte es como la perra que nunca fue mía, buscando tantas veces amor donde no había haciendo de más para decir que no me lo pedía. Sentimiento de muerte constante, desesperación interna que convierto en arte, pensamientos que necesitan de alguien que los escuche aunque no entienda que quiero explicarle