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La corriente de fuga se define como aquella que, en ausencia de fallos en una instalación eléctrica, se transfiere a la tierra o a los elementos conductores del circuito.
¿Cómo se originan?
El valor total de la corriente de fuga, está compuesta por una parte óhmica y otra capacitiva. La capacidad entre dos conductores separados causa una corriente de fuga capacitiva. Si se aplica una tensión alterna entre los conductores, fluye la corriente. Un tercer conductor, el de protección (PE) será el encargado de conducir la corriente de fuga de los receptores en servicio, que pudiera resultar peligrosa para las personas o animales domésticos.
Las corrientes de fuga son habituales en muchos receptores en condiciones normales de funcionamiento derivan una cierta corriente desde los conductores de alimentación hacía el conductor de protección (PE). Esto se produce normalmente en los filtros que estos receptores utilizan para cumplir con la normativa de compatibilidad electromagnética y evitar interferencias. Estos filtros están formados por condensadores conectados a tierra.
¿Qué diferencia hay entre una corriente de fuga y una corriente de defecto o falla?
La corriente de fuga, está presente en la instalación por motivos funcionales de forma permanente, la corriente de defecto o de falla es la que se presenta de forma ocasional como consecuencia de una avería defecto de aislamiento en la instalación.
Resumiendo: Una corriente de fuga NO es una corriente de defecto o falla.
¿Con qué instrumento podemos medirlas?
Con la ayuda de una pinza especial que permite medir valores de corriente inferiores a 1 mA para la detección de fugas.
En nuestro caso con la pinza DCME 305 E que tiene una resolución de 0,001 mA (1µA)