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Llegar a vivir en una residencia de tercera edad (ancianos, o como te sientas más cómodo llamándola).
Los primeros días en cualquier nueva situación o lugar, como por ejemplo un piso nuevo, o un trabajo nuevo, no suelen ser del todo placenteros. Por bien que estemos, las personas siempre necesitamos unos días (y algunos unas pocas semanas) para aclimatarnos al nuevo lugar o situación. Esto es aun más visible cuando en la nueva situación hay que interaccionar con desconocidos. Además, con la edad cada vez nos gusta menos los cambios.
En www.inforeside... cada día ayudamos a personas mayores a encontrar la residencia geriátricas más adecuada y que puedan pagar, también nos gusta ofrecer consejos para esos momentos que pueden ser duros.
Imaginemos ahora pues una persona mayor que cambia de casa, de compañeros de vida porque va a vivir a una residencia de ancianos. El cambio es sustancial. Para poder llevar mejor ese cambio os dejamos 4 consejos que pueden ayudar te en tus primeros días en la residencia:
Intenta conocer a las personas que conviven contigo y a las trabajadoras por su nombre. Aunque puede ser que queramos pasar un poco desapercibidos, quizá por vergüenza o inseguridad, una buena opción para conocer a los demás y conocer su carácter (al igual que ell@s a ti), es participar en aquellas actividades de la residencia que sean de tu interés.
Piensa que la sensación de estar fuera de lugar durante unas semanas es bastante habitual. El pensamiento de no debería estar aquí, este no es mi sitio no solo te pasa a ti. Piensa que dejar la que ha sido tu casa los últimos años y en donde tenías tu vida montada e ir a una residencia de mayores, es un paso gigantesco. Hay muchas personas que, aunque lo necesitan, cierran por completo esa posibilidad por miedo a que no vivirán bien o miedo a no encajar. Tu ya has hecho el paso más difícil. Date tiempo y todo irá sobre ruedas. En inforesidencias, en nuestro programa de radio, más de una persona mayor que vive en residencias nos han contado que los primeros días en la residencia estuvieron intranquilo y ahora están encantados.
No tengas miedo a pedir lo que necesites. No por vivir en una residencia de mayores dejamos de ser quien somos y tener nuestras preferencias y hobbies. Es cierto que ahora convivimos con más personas, pero los profesionales que trabajan en una residencia intentan responder al máximo las peticiones de los residentes. Lo que está claro es que para que puedan darnos lo que pedimos, tienen que saber que queremos. Seguro que llega el día en que ya nos conozcan tan bien que nos preparen o hagan cosas sin que las pidamos, pero durante los primeros días es necesario que les expliquemos que deseamos.
Pide a tus familiares que te visiten tan a menudo como tu quieras, esta es tu nueva casa! Si antes cuando vivías en tu casa o cuando estabas en el hospital tu familia te visitaba, ¿Por qué ahora no? Es muy probable que los primeros días los familiares más directo nos visiten bastante a menudo. Esto es debido algunas veces porque les gusta venir y otras a que tienen un sentimiento de culpa de que estés en la residencia o que quizá te convencieron a venir cuando no era tu plan todavía. En este último caso, es probable que con el tiempo y vean que tu estás completamente adaptado y cómodo, vengan menos veces. Si a ti ya te va bien, genial, pero si tu quieres que la frecuencia de las visitas no decaiga, házselo saber a tu familia. Y sobretodo no pienses nunca que en la residencia donde vives te pondrán problemas, al contrario, las visitas llenan aun más de vida una residencia.