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Se celebró en 1909 y tanbién ahora, cien años después. El Cristo de la Cama, el yacente de la procesión del Santo Entierro, fue rescatado por una mujer de las ruinas del convento de San Francisco en el segundo sitio de Zaragoza, el 17 de febrero de 1809, tres días antes de la capitulación, llevando la imagen, junto con algunos hombres que le ayudaron, hasta el general Palafox, quien la veneró y mandó exponer en la Basílica del Pilar, donde permaneción hasta el año siguiente. El día 14 de febrero de 2009, el Cristo volvó a hacer el mismo recorrido conmemorando aquel hecho histórico y permanecerá en la Basílica por espacio de once días.