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El proyecto ‘Mi Casa: una vida en comunidad’ ha detectado que la mayoría de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que tienen grandes necesidades de apoyo, prefieren vivir en su entorno de siempre y tomar las riendas en cada proceso que atañe a su plan de vida.
En el caso de estas personas, cuando viven institucionalizadas, esta participación en las decisiones sobre aspectos de su vida, a veces incluso aspectos muy básicos, suele ser difícil: tienen pocas personas de apoyo, los apoyos no son muy personalizados, hay poco tiempo y pocos recursos.
Por eso, dentro de este proyecto, Plena inclusión está implementando planes de tránsito para aquellas personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que vivían en residencias o el hogares familiares y que han pasado a vivir en pisos y casas en la comunidad.
Facilitadores
En estos planes de tránsito el principal protagonismo lo tiene la propia persona con discapacidad, a la que unos nuevos roles profesionales denominados “facilitadores” les ofrecen apoyos para que puedan diseñar este plan de acuerdo a sus preferencias, elecciones, gustos y necesidades, junto a personas cercanas, como familiares o amigos.
Porque como dice la facilitadora Mai Magliano en el video que os presentamos hoy: “no hablamos de una simple mudanza, sino del paso hacia una vida elegida en comunidad, donde la persona tenga el control de lo que sucede con los apoyos necesarios y personalizados para conseguirlo […] El Plan no se diseña para la persona, sino con la persona y de la mano de la facilitadora de tránsito. El objetivo es que la persona sea la que lidere, junto con su círculo de apoyo, cómo será su vida a partir de ahora. Es un proceso vivo, que se va revisando periódicamente, y en el que las familias tienen un papel fundamental, pero también sus amigos y profesionales de apoyo”.
En la práctica estos planes se hacen en reuniones, muchas veces informales, entre las propias personas con discapacidad y su círculo de apoyo, lideradas por la facilitadora de tránsito. En la dinámica de estas reuniones se identifican esas preferencias y oportunidades que quiere explorar la persona, junto a sus familiares, amigos, y personas de apoyo.
En el proyecto ‘Mi Casa: una vida en comunidad’, un total de 275 personas han puesto en práctica estos planes de tránsito con el fin de identificar esas preferencias para su vida en comunidad. Gracias a ello, hemos podido promover actividades de ocio, formación, voluntariado, laborales, etc. para todas estas personas, la mayoría de ellas utilizando servicios públicos o privados de la propia comunidad.
El tránsito en la estrategia estatal
El Gobierno aprobará la próxima semana la Estrategia estatal de desinstitucionalización. Uno de sus ejes, se centra en el “desarrollo de apoyos y servicios para la transición y consolidación de una buena vida en la comunidad”, y en el mismo se marca el objetivo de implementar “mecanismos que garanticen a las personas y sus familias procesos de transición elegidos, seguros y personalizados hacia el modelo de apoyos en la comunidad”.