Es verdaderamente insólito que en el país más rico del planeta el soberano, legítimo dueños de ésa riqueza natural, sea hoy una población totalmente empobrecida con salarios (Bs. 130,oo - 3,25 dólares) miserables, los más bajos del mundo, cuando el salario es un derecho humano universal irrenunciable del cuál los trabajadores venezolanos no han disfrutado con plenitud,