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Madrid, 11 jun (efesalud.com). "La exploración médica de la próstata que se realiza a través de un tacto rectal se lleva a cabo con la mano enguantada y el dedo índice bien lubricado", explica la Dra. Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
"Entramos por el recto desde el ano y palpamos, sin causar dolor, la forma y el tamaño de esta glándula, su sensibilidad, sus límites y estructura. Diagnosticamos problemas benignos, como la hiperplasia (HBP), enfermedades inflamatorias, como la prostatitis , o un posible cáncer", indica.
¿Y la médica uróloga aprovecha la exploración física y visual para detectar otras posibles patologías en la zona?
"Por supuesto. Nuestro primer objetivo es la próstata, pero nos fijamos si el paciente muestra lesiones cutáneas, como las verrugas del papilomavirus, tan frecuentes hoy en día debido a las infecciones de transmisión sexual (ITS)", destaca.
"Vemos, además, el color de las heces o su acumulación endurecida (fecaloma), hemorroides y sangrados, incluso descubrimos alguna fisura anal o tumor en el recto no esperado", asegura.
"También, identificamos puntos dolorosos en la zona pélvica o perianal, reacciones neurológicas que podrían explicar disfunciones vesicales o coloproctológicas", añade la uróloga.
"Nuestro objetivo fundamental es analizar la próstata, pero no cerramos los ojos ante mucha información que nos puede facilitar la propia exploración", concluye la Dra. Carmen González Enguita.
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