Рет қаралды 25
Nuestra vida debe ser un continuo aprendizaje que nos haga parecernos cada vez más y más a Cristo. Dios desea que cada uno de Sus hijos sea un árbol frondoso que da fruto en todo tiempo. Una de las formas en las que podemos hacer realidad esto, es hablando correctamente, siendo amables, dando palabras de aliento que fortalezcan y animen a otros. De esta manera sembramos semillas de vida en todos aquellos que están cerca de nosotros.