Hola, te comprendo perfectamente, porque cuando era joven era escalador y por dos veces me pasó algo que tiene algunos aspectos semejantes a lo que cuentas. En una ocasión estaba escalando en roca y caí aproximadamente 10 m en dos segundos. Esos 10 m corresponden a caer desde un tercer o cuarto piso, en esos dos segundos pensé en todos y cada uno de mis hermanos y somos siete contando conmigo, pensé en mis padres y en mi novia de entonces que hoy es mi mujer. Estaba convencido de que iba morir porque estaba en el primer largo de cuerda y me iba a estrellar contra el suelo, pero estaba tranquilo y curiosamente pensaba en la familia, en el disgusto que se iban a llevar todos en casa y en que era una pena morir tan joven (ya que solo tenía 19 años) y tenía muchas cosas por hacer pero me encontraba resignado y tranquilo y en esos dos segundos pensé en esa cantidad de cosas. Posteriormente he leído y comprendido que la mente cuando se encuentra en esa situación de estado modificado de conciencia es capaz de ir a una velocidad súper acelerada y es capaz de pensar muy rápido y hacer cálculos veloces como los que yo hice, estimando los metros que había ascendido, la distancia que había desde donde caí hasta la última clavija o seguro y la posibilidad de golpearme contra el suelo. Me quedé tan sólo a metro y medio del suelo. En otra ocasión estaba escalando en invierno por una pared muy vertical y helada, iba solo, resbalé y caía cabeza abajo con el pecho pegado a la pared, no sé cómo pude darme la vuelta para caer de pie y con la espalda pegada a la pared y cuando ya iba a dar el salto final al vacío me pude agarrar de forma inexplicable para mí al único resalte rocoso que había en la placa de hielo por la que estaba ascendiendo. Todavía hoy en día sigo sin entenderlo, no sé si la mente y el cuerpo pueden moverse tan rápido porque me resulta imposible saber cómo pude darme la vuelta, girarme y ver el único punto de agarre que había en ese tobogán helado por el que caía cada vez más deprisa. O me sujetó un ángel o somos capaces de hacer proezas increíbles en situaciones extremas como esa. En la primera situación fue una mente y pensamiento claro y súper rápido, en la segunda lo q fue rápido fue el cuerpo. Supongo q no me tocaba en ninguno de esos días. Ahora con casi 65 años y nietos lo sigo recordando con asombro y agradecimiento.🙏