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La alarmante inseguridad que viene padeciendo Ribeira en los últimos años y que se ha visto agravada de unos meses a esta parte, y que el pasado domingo vivió un nuevo episodios, esta vez de vandalismo extremo con alrededor de 40 coches rayados, y en algún caso con los espejos retrovisores exteriores arrancados, en el parking disuasorio de la Rúa Agustín Fernández Oujo y en la Rúa Cordieiro, han hecho estallar a los vecinos de esa zona y a otros del resto del municipio, que han pedido una reunión con el alcalde que, acompañado de otros miembros del Ejecutivo, los recibió este lunes en el salón noble del consistorio para escucharles y anunciar y acordar la adopción de medidas para tratar de poner freno a esta grave problemática que está provocando que niños de diez a catorce años les digan a sus padres que no quieren salir a la calle porque tienen miedo...